Dime lo que presumes, y te diré lo que careces…

Hace unos años, usé este refrán con su significado popular: si vas presumiendo por ahí de lo que tienes, es muy probable que en realidad no lo tengas. Sin embargo, cada día me doy cuenta de que todo lo que puedo presumir se resume a una sola carencia: ¡CRISTO!

La Biblia dice en 2 Pedro 1:3 que “Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud”, por lo que no existe sobre la faz de la Tierra NADA que me haga falta, lo que quiere decir que tenemos absolutamente todo lo que necesitamos. Así que la única carencia que podemos tener es de Cristo.

Vamos a analizarlo desde un punto de vista bíblico:

Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios pero a través del pecado original, pecamos contra Dios y necesitábamos reconciliación. Dios, nuestro Padre y Creador, proveyó el sacrificio para librarnos de nuestra maldad, a través de la muerte de su único hijo Jesús que es nuestro medio hacia el Padre. Pero no sólo Jesús propicia la ira de Dios, si no que el mismo Dios, sabiendo que nuestra vida en la Tierra sería difícil, nos envió a Su hijo a vivir en la Tierra como uno de nosotros para demostrarnos que podemos vivir la vida que se nos ha llamado a vivir y tal como dice 2 Pedro 1:3 “mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud”. ¡Pero hay más! nos dejó Su Palabra, Él mismo revelado para que cuando estemos confundidos, podamos encontrar la verdad; nos dejó una encomienda de predicar el evangelio a toda criatura para que todo el mundo sepa que lo que somos y seremos es por y para Su gloria.

Si meditamos en esto, creo que “se cae de la mata”, es obvio que no hay ABSOLUTAMENTE NADA de lo cual podamos presumir porque TODO es de Él y para Él y por ende si de algo presumimos es porque nos hace falta Cristo. La Biblia claramente expone en múltiples versículos que la vanagloria y la altivez (Salmos 49:20Filipenses 2:3), son productos de nuestro orgullo y el orgullo es una muestra de nuestra falta de Cristo. ¿O acaso no fue Él mismo quién nos mandó a ser como Él? Manso y humilde de corazón (Mateo 11:29). Además el mismo apóstol Pablo con todas las credenciales que tenía, llegó a decir que “si de algo debía gloriarse, era en su debilidad” (2 Corintios 11:30) porque es allí donde Su Poder se hace más fuerte (2 Corintios 12:9).

Si presumimos nuestra inteligencia, logros, éxito profesional, belleza, bienes materiales, habilidades o cantidad de seguidores en las redes sociales, entonces necesitamos humildad: ¡Necesitamos de Cristo!

Para meditar:

Recuerda que TODO lo que tenemos nos ha sido dado por gracia y que sólo al dador de esa maravillosa gracia es que debe ser la gloria por los siglos de los siglos. Por aquí te dejo algunos versículos en los que puedes meditar durante la semana:

  • Buscar tu propia gloria no es gloria:

    • No es bueno comer mucha miel, ni el buscar la propia gloria es gloria. Proverbios 25:27

  • Solo debes gloriarte en el Señor:

    • “para que, tal como está escrito: El que se gloria, que se glorie en el Señor.” 1 Corintios 1:31

    • “Pero el que se gloria, que se glorie en el Señor.” 2 Corintios 10:17

  • No te gloríes ni en la sabiduría ni en la riqueza:

    • Así dice el Señor: No se gloríe el sabio de su sabiduría, ni se gloríe el poderoso de su poder, ni el rico se gloríe de su riqueza. Jeremías 9:23

  • La gloria terrenal se desvanece:

    • Porque si lo que se desvanece fue con gloria, mucho más es con gloria lo que permanece. 2 Corintios: 3:11

  • ¡Solo a Dios sea la Gloria!

    • A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Filipenses 4:20

¿Cúal de estos versículos te ha ministrado? Compártelo en la sección de comentarios.

Publicado originalmente en masielmateo.com

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